jueves, marzo 07, 2013

Liliana Díaz


FRAGILIDAD

 ( residente en Estocolmo- Suecia)

Cuarenta años después sigo viviendo
Una vida lejos del él, mi marido.
Mi hijo está enfermo
Mi marido que no es, está enfermo
Él no es ya mi marido
Tampoco mi hijo lo es porque no lo reconozco.
No fue el golpe que nos separó.
Nada nos  separó
Nosotros no estamos lejos
del marido y padre que fue.
Mi hijo no está enfermo
Nada perturbó nuestra vida
Nada nos separó a los tres.
Sin embargo, mi marido no es mi marido.
Fue un sueño me digo,no sé porqué lloro
No le digas a nadie, ya no lloro.
Paro ahora de llorar.Cuál golpe.
Cuál desastre.No pasó nada.
Nadie ha muerto de muerte natural
Nadie fue asesinado hace cuarenta años.
Los mataron a todos cuando estaban cerca de los treinta.
No es cierto.Mis amigos.
Qué hicimos entonces, qué hice.
Dormir y soñar que todos estaban conmigo
Esperar que los asesinos se vayan, lejos.
Cerrar los ojos, dormir y despertar para ver mi vida.
Mi hijo tiene de nuevo dos años.
Mi marido hace el desayuno,
leemos el diario, El Clarín, El Siglo, Última Hora.
Van los puños en alto, las banderas.
No ha pasado  nada, me dicen mis amados,
fue un sueño malo.

3 comentarios:

  1. Nací en Santiago de Chile y he vivido mi vida en el exilio, socióloga de profesión me expulsaron de la carrera pero me titulé de todas maneras en 1992.

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  2. Tremendo, Liliana. Tremendo de grande, tremendo de fragilidad y tremendo de tremendidad.

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  3. Amiga, me dejaste totalmente para adentro,con la piel erizada,con un doloroso deja vu...

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