miércoles, marzo 06, 2013

Miguel Mardones Tello


Parábola del arrepentido

Vengan a mi reino
Putas y delincuentes

Vengan a mi reino
Obispos y milicos

Vengan a mi reino
Estafadores y banqueros
Traficantes y adictos

Vengan a mi reino
A participar de esta gran oferta

Vengan a mi reino
Poetas y bohemios
Los que son y los que no quisieron ser
Los que me olvidaron
Los que me mataron
Y los que no pensaron en hacerlo

Vengan a mi reino
Porque el mundo es el reino
De los arrepentidos
Y arrepentidos es la moda
Del mentiroso cruel

Vengan a mi reino
Políticos y profetas,
Anarquistas, creyentes y ateos
¡Venga vengan! corran
Con los cordones atados
Que en mis brazos caerán
Los arrepentidos heridos
Con los ojos reventados
De tanto gritar y la lenguas partida
Por tanto llorar

Vengan aplástense entre si
Desgárrense, no recuerden
Como fueron no recuerden de donde vinieron
Ni como los parieron
Olviden como hablaron y como caminaron
Olviden lo que aprendieron y lo que olvidaron
Vengan a mi reino
Con sus manos atadas
Con sus mentes perturbadas
Y suspiros mal gastados

Vengan a mi reino
Y no se detengan
Que las puertas son estrechas
Pero siempre están abiertas


Vengan a mi reino
Novias y amantes
Que mis labios ya te dejaron
Pero jamás te olvidaron y por siempre te amaran

Ven a mi reino
Semillero de mis generaciones
Amante de noches pasadas
Cuidadora de la flor única del jardín
Ven a mi reino
Que e capturado el reflejo de la luna
En el mar y es para ti
Grita cuando te desmayes
Para que mis sentidos
No se apaguen
Y recuerden a los que me odiaron

Vengan a mi reino
bastardos y desheredados
Somos todos iguales
Hijos de un mismo pecado

Vengan a mi reino
Arrepentidos y renegados
Vengan no se detengan
Soy arrepentimiento
Y olviden todo
Para volver a creer
Pero no olviden jamás
Como es amar


Hugo Salas


EL    AGUA    ES   VIDA
Quiero  compartir  el  agua  
Con  quien  quiera  
Cantar 
Bailar 
Recitar 
Reír 
Saltar
 Ver  y  sentir  
El  verde  de  los  árboles,  el  jardín,   la  montaña  
Las  hojas,   los    valles   y  el  mismo  paraíso  que  está  aquí 
El  trinar   de   los  pájaros 
El  canto  del  río  entre  las  piedras
El  sol
El  cielo
Las  estrellas
El  mar  y  sus   olas  
El  susurro  del  viento 
A  los  hijos
El  niño  jugando   y  riendo  
El  anciano   caminando  lento    
El  otoño  que  desnuda  el  árbol  
El  invierno  con  su  lluvia   que  lo  lava    de  toda  contaminación  
La  primavera  que  lo  hará   brotar  de  nuevo
El  verano  que  lo   cubrirá  de  ramas  para   formar  su  sombra  
Porque  este  es  el  verdadero  sentido    de  la  vida  
En  el  manantial   que  es  la  misma  poesía    pura  
Para  beber   el  verdadero  sentido  que  es  el  vivir  
Con  nuestra  madre  tierra   con  sus  tres  partes  de  agua 
Que  hoy  muchos  ya  no  ven  


Poeta  en  Construcción



BEATRIZ ABARCA RUIZ






LLUEVA.


Quiero que llueva, llueva sin ruidos, llueva sin nombre,
llueva en  acequias, en  basurales, llueva en el puente,
en  carreteras , llueva a chorros, desde la tierra hasta mi cartílago,
sin paraguas, sin ropa, llueva en la vena, llueva en esquinas,
en  aceras, en las manos, llueva sin nubes, sin nada, por nada,
¡por todo!
En los semáforos, sin carteles, llueva por llover, porque quiero,
que llueva de medula, de vértebra, en sepia, en blanco oscuro,
en colores, llueva por doquier, por escaleras, por elástico vencido,
llueva en la espina, lluvia fresca, lluvia de vertiente,
en la risa, de risa que llueva…
a borbotones, en cascada, de pie, tambaleándose, embriagándose,
llueva en cuclillas, por sangre, por vida, llueva, llueva de costado,
llueva en secreto, por secreto, llueva por membranas,
en mis huellas, tus, en hondonada, ondulante, zigzagueante, con camanchaca, de paginas, en la costilla, en el catre, en la alfombra, llueva a ciegas, a ojos, a visera abierta, en vaso lleno, vacío, a medias, ¡¡¡¡llueve, lluvia!!! En olas,  en bolsillos, sin trampas, dentro, muy dentro, profunda, llueva gritos, en eco.
Lluvia bebida, lluvia borracha, lluvia de golpe, a tientas, serpenteando, lluvia agria, dulce, amarga, de fuego, ¡lluvia bendita!, lluvia, llueve, lluéveme, lluévete de abrazos, de ira abierta, de aviones, de barcos, de idas de venidas, lluvia desnutrida, lluvia mordida , ¡lluvia¡ llueve, llueve.



© 



Jacqueline Lagos







Si los hombres fueran como las mediaslunas
no escribiría melancolías,
en una pausa inquebrantable.

Colgada en el horizonte
no haría sortilegios
a tálamos en reposo
a fronteras sin testigos
a manos que fastidian.


En la Luna nada es de carne y hueso.


Si los hombres fueran como las mediaslunas
dejaría en perfecta sepultura,
este velo en pedacitos.

Si los hombres fueran como las mediaslunas
Cada uno tendría una Mujer Azul.


Fabián Rossi Ramírez


ERES LLUVIA...

Eres lluvia...
Caes (levemente) temblando silenciosa.
Salpican fugaces, transparentes los élitros
pues ondea en tu íntima compañía
una espiral de luciérnagas y mariposas.
Húmeda pellizcas los pétalos de las flores,
escurres y transpiras en la piel de los poetas.
¿Cuán fuerte es el efluvio de la rosa florecida?
Las gotitas son el vehículo que transporta
el rico recuerdo de los sentidos en la yema de los dedos…
¡Oh el mojado reflejo en el negro de tus ojos!
Mas ya se goza del urgente murmullo de las cosas
que se sacuden al ser mordidas innumerables veces
por las hadas y los elfos que se precipitan
desde la altas moradas donde cohabitan los bien amados.
Cada vez más rápido ¡Más fuerte, gota sobre gota!
…Un diluvio de negras, pesadas pupilas que naufragan
insondables en el orbe azul profundo,
creando con hilos de espuma, olas y marejadas,
un sublime trazado entre las opuestas riveras.
¡Implacable sobre los muslos es el rayo y la tempestad!