A
ELLOS…
Se me
ha permitido un poema
Y
creo que es para ellos;
Mientras
escucho a Cortázar
“Forget
me not” que será: nunca.
Nunca
olvidaré el sol de mi madre
Viendo
hacia la nada…
Y con
mi alma en un vuelco final
Sin
saber qué oración pronunciar,
Ni
cómo aliviar. o dar fuerzas para que se elevara.
Finalmente…
¿qué ha quedado?
Volteo
la vista atrás con una infinita tristeza…
Descubro
a mi anciana madre no tan vieja
Aún
con deseos de vivir, de levantarse antes del canto del gallo
Y
anunciar con una melodía que Dios estaba vivo.
Si… ¡él
vive!...
Lo
dijeron sus ojos, cuando me quedé
dormida
Y un
grito ante mi cansancio, advirtió que la mariposa de colores no estaba
Su
mágico capullo fue abierto, y retoza sobre algún lirio,
En un
jardín tan bello, como su efímero paso por mi vida.
Gracias
por permitir un poema…
No
encontré a más nadie
Y
como una luciérnaga de colores
Los
ojos de mi niño advierten,
Que
la vida pasa… el sueño más bello y efímero
Donde
creemos existir; siendo a ratos tan malvados
Y
morimos puede ser, para convertirnos en algo;
En polvo cósmico de cualquier planeta olvidado
Donde
lo que creímos ser nunca fue.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
enero 25/13
Colombia