martes, febrero 26, 2013

ERMELINDA DÍAZ


“El vuelo del alma” (II, 518):

Cuando el alma se satura matinal en el espacio
y en su vuelo hasta el cenit llegó en la altura,
nada puede detenerla en el ocaso …
¡Ni en la meta de la luz quedar a oscuras!
Vuelve el alma golondrina y mensajera,
ya del cuerpo en raudo vuelo separada,
ya cumplida su misión aquí en la tierra,
¡vuelve al nido donde tiene su morada!
…   …   …
Patria, cuando yo muera,
Me escaparé del alma
para buscar tus cauces,
me volcaré en el agua
renaceré en tu nombre.
Te arrullaré en los ríos
acompañaré tu canto
me quedaré contigo
para seguir cantando.
(Genealogía 3, fragmento, II,314)

1 comentario:

  1. Hermosos versos, de una sutileza única. Me encantan...voy a seguir descubriendo a Ermelinda todo un tesoro escondido para mí...que hoy he comenzado a disfrutar.

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