domingo, marzo 10, 2013

Liliana Lopez Bustos


                      LA   BUSQUEDA

                              

                     Calle tragada por el subsuelo

en la gris tierra del tiempo perdido,
juventud deshecha en hilos enmarañados

                   cabeza cana de incomprensión  nocturna.


                      En esos hilos de mil nudosos 

en esa tierra de vaivén oscuro,
busco cual minera con lámpara encendida
lo que robo el espacio en cruel desventura.

Sola  con combo y barreno
desastillo años eras y recuerdos,
trabajando como partera en oscuro silencio
para extraer la luz del entendimiento.

La busco ¡Oh!  cómo la busco
aquella ráfaga de tantas congruencias,
aquella sabia de miles de almas rezagadas,
aquella perspicacia de un alma sensible.

Pero no;  no la hallo,
ni en el recóndito escondrijo del topo,
ni en la altura llana del majestuoso cóndor
y sólo puedo resignarme a beber cócteles
en  la fiesta erudita de mis frágiles recuerdos.




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