martes, febrero 19, 2013

María Sepúlveda


MISERICORDIA

(A Ángelo)

Ya el ocaso se acercaba
el calor se hizo poder
caminé apresurado
al encuentro de ese ser
regresaba ya tranquilo
a mi hogar eran las diez
un accidente imprevisto
me hizo retroceder.

Era ese niño sin duda
tan inquieto al parecer
a sus cortos cuatro años
ya sufría su revés
con angustia lo miraba
ya no había vida en él
la multitud se agolpaba
¡misericordia para él!

Al transcurrir los minutos
dos ángeles pude ver
implorando al Padre Eterno
¡devolved la vida a él!
de repente se escuchó
un respiro gutural
y su vida en un suspiro
pudo volver a empezar.


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