sábado, febrero 16, 2013

Francisco Rivera Bustos


AGUACEROS EN  FEBRERO
Llovizna  sobre  el  aquel  valle  largo canteado
de pedregales.
De  cerros  ancestrales  envueltos   en mil colores.
Aguaceros  benditos corren  por los caminos troperos
Mas  las Kuculíes  se  guarecen  en sus palomares

Suenan   truenos de relámpagos al norte del infinito
Más llueve sobre  la tierra fértil de mis abuelos.
Algo inmortal  remece los eucaliptos y perales.
Renace lo  inconfundible entre chilcas y barros.

Los comuneros  del  silencio… en el silencio
Es la hermosa gracia de la vida, solo para sonreír  
a la  distancia.    
Y la madre tierra    se regocija ante la presencia 
de los  aguaceros
No hay trueno que despierte  la vida durante febrero

En   Chitita  la  crecida  paso inadvertida
Y los  cantos rodados  marchan al ritmo  de riada
por la quebrada seca de Guañacagua los ojos  mi niña
aprecian el acenso  de las  aguas  chocolatadas  

En Codpa se inundan las riberas… 
En Amazaca  de  cerro a cerro   las praderas
Bajan las aguas locas de febrero…
No hay  fuerza que detenga  la pasión de “la Escalera” 

En Ofragia  retumban los cerros  y pedregales.
Bendita lluvia… que bien bajas  de tanta ausencia.
Y las yollas cortan    mis  caminos troperos
Benditas cruces… por favor parad,  parad… 
este aguacero.

Ya todo en  calma y sin  pavor,  por favor…
La  pachamama  ha cumplido su  labor.
Quédate  en  el río   y respira el  aroma del   sauce
que  reluce  con   el trino de las golondrinas.

Y si  caminas descalza  por las acequias,   
sentirás el  barro  anidarse en  vuestros pies
cansados.
Ven   y siente   el silencio  del  huerto,
hasta  que   la  brisa anuncie el  nuevo aguacero.  


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