Como se cansa el cuerpo
tratando de alcanzar
las caricias.
Al igual que un viejo tronco
temiendo ser taladrado
por las fieras palabras.
Internarme
camino dentro
y buscar en el tumulto
la huella fantasma.
Indiferente a los mimos
los elogios y las canas.
Queriendo olvidar
el intento se convierte
lejano
cuando coge y da alas.
Quemando lo más profundo
y despertar sobresaltada
resucitando los deseos
que habitan en mi ensenada.
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