sábado, enero 12, 2013

Isel Bolaño



A OSCAR CASTRO ZÙÑIGA

En mi pegaso de plata
atravesé el espejo de agua
iba buscando las letras
que sembraste en Rancagua.

Trovador de sueños dorados
de barcos en juncos varados,
buscador del silencio en la calle
poeta, soñador, emancipado.

Amigo de las bellas letras
que sumisas te obedecen,
atrapadas en tu pluma
mientras se leen, más crecen.

Los hombres nocturnos esperan
con la oración del no olvido,
mientras la flauta y el viento
te amenizan el camino.

Tu tierra,
mi tierra, con olor a vendimias
te acogió y espera
el galardón a tus letras eximias.

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