CARMEN
(Bunker)
Carmen
tiene el secreto
para
escribir las líneas de tus manos,
búscala
en el carnaval
allá
en Oruro,
en
sus ojos las desventuras
parecen
sueños, los guiña
para
explicarte lo que es vivir.
Ella
nació en el socavón
entre
manchas de sucio día gris,
no
espeta si te emborrachas
en
su compañía, si deseas ver
luego
de sus ropas de hilo,
si
descubres la mueca
de
sus labios al fumar.
Ella
anhela conocer la mar,
desea
huir del otoño
perenne
de su piel,
te
dirá que las rosas
no
son verdaderas
cuando
se obsequian
a
quien no las merecía,
y
tú querrás obsequiarlas
a
su pies redentores,
darlas
a su beso,
recitarle
aquellos
versos
de tu cuadernillo;
pero
a todo rehusará.
Sólo
quiere tu caricia,
sólo
añora tu voz,
y
un poco de Casa Real.
Pero
Carmen tiene dieciséis
heridas
en sus muñecas,
una
por cada año de vida,
una
por cada viaje
que
con los dedos realiza,
una
por cada amor que se ha ido.
Quiere
conocer el mañana
y
te cita para que la acompañes
antes
del amanecer.
Le
dirás que la carretera no es eterna
mientras
beben api,
le
dirás que pronto el carnaval
concluye
y también tu cariño
que
no era cierto,
y
ella se aferrará a tus pupilas
y
es seguro que otro yermo
no
vuelvas a ver diferente al de su tacto.
Mi
querida Carmen,
sólo
desea volar con las golondrinas,
tiritar
en nuevos inviernos,
desea
esperar
de
puerto en puerto a un pescador
que
le dé a comer maravillas,
a
un albañil del desierto que regrese
y
descanse entre sus piernas cada anochecer,
tal
vez necesita un gaucho ladrón
de
sus pecados, o a un humano cualquiera
que
le explique el sentido de despertar
cada
mañana, que diga que la quiere
como
no ha querido nunca.
Pero
ella te citará
en
el Parque Abaroa
a
la hora del adiós, mientras
la
ciudad enciende la koha
para
chayar a sus muertos
en
un amanecer púrpura,
luego
de que los tinkus
se
emborrachen en promesas,
mientras
la esperas bajo la lluvia.
Pero
no regresará, se ha marchado,
no
la busques, yo también fui victima
de
sus besos, y aún la busco
por
los callejones del tiempo.
Y
ella no regresa,
ella
ha escapado tan lejos
que
ni el vuelo de las aves
la
acompañan, ni siquiera el suspiro
de
un hombre enamorado
llega
a sus vientos,
llega
a donde se ha perdido
con
su sombra a soñar.
Carmen
tiene el secreto
para
escribir las líneas de tus manos,
búscala
en el carnaval
allá en Oruro,
en
sus ojos las desventuras
parecen
sueños, los guiña
para
explicarte lo que es vivir,
es
seguro que de ella te enamores
y
ni el olvido vendrá a buscar
sus
pertenencias
cuando
te haya abandonado.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrar