De
la Patagonia soy, de esta tierra soy.
Vas a mi lado en cada paso, en
el sorbo de un amargo y honesto Mate madrugador, en cada palpito de mi vida, por cada respiro de aire puro de este cielo
austral, has estado aquí rodeándome desde siempre, hablaste conmigo siglos atrás, amasaste mis
raíces con barro, Arrayan, aguas de rió y mar,
iluminaste mi frente indígena con ancestral conocimiento, me regalaste pies
firmes para caminar por piedras y calzadas, pusiste en mi dos manos que pueden acariciar suave y arrancar el rico
Calafate a pesar de las espinas que pinchan las yemas de mis dedos y abriste
mis ojos con la tenue luz de un mechero de papa chilota, así pude verte clara y
diáfana mostrándote en toda tu dramática magnificencia y al calor de una estufa
a leña dormir escuchando esta copiosa lluvia que golpea mi techo de madera, arropada en las caricias de mi Gaucho patagón
puedo entender el significado de este regalo que se me dio de manera tan mágica
y real….
Pienso en todo aquello que esta
allí, esperando por mi, para ser disfrutado, me pertenece, como también
pertenece a todos ustedes que ahora escuchan estas palabras, ¿Qué dirás mañana
cuando los siglos hallan pasado y tu y yo nos volvamos a reencontrar en la vera
de algún camino austral? ¿Te cobraras por todo aquello que no hice? Me reprocharas el no haber haber seguido los
pasos de mis antepasados? , ¿Te harás a
un lado ignorándome?? ¿¿O simplemente
tomaras mis manos como muestra de tu inmenso amor??....realmente no lo se
Patagonia, solo se que fuiste mi cuna, eres mi escuela y serán mi tumba.
Almendra
de Puyuhuapi.
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