Tráeme un poco
de luz para ver estos ojos
que se
quiebran en mis manos .
Sus cercanías me bastan.
Échame roca en la carne para no abandonar este barco
y caer de tus
sollozos hecho polvo
sobre los
escombros de la noche.
En mi pecho sólo quiero
el soplo tembloroso de su
sangre.
Y deja pasar
ese grito
que está
partiendo la puerta de dolor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario