Eres lluvia...
Caes (levemente) temblando silenciosa.
Salpican fugaces, transparentes los
élitros
pues ondea en tu íntima compañía
una espiral de luciérnagas y
mariposas.
Húmeda pellizcas los pétalos de las
flores,
escurres y transpiras en la piel de
los poetas.
¿Cuán fuerte es el efluvio de la rosa
florecida?
Las gotitas son el vehículo que
transporta
el rico recuerdo de los sentidos en la
yema de los dedos…
¡Oh el mojado reflejo en el negro de
tus ojos!
Mas ya se goza del urgente murmullo de
las cosas
que se sacuden al ser mordidas
innumerables veces
por las hadas y los elfos que se
precipitan
desde la altas moradas donde cohabitan
los bien amados.
Cada vez más rápido ¡Más fuerte, gota
sobre gota!
…Un diluvio de negras, pesadas pupilas
que naufragan
insondables en el orbe azul profundo,
creando con hilos de espuma, olas y
marejadas,
un sublime trazado entre las opuestas
riveras.
¡Implacable sobre los muslos es el
rayo y la tempestad!
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