MISERICORDIA
Ya el ocaso se
acercaba
el calor se
hizo poder
caminé
apresurado
al encuentro
de ese ser
regresaba ya
tranquilo
a mi hogar
eran las diez
un accidente
imprevisto
me hizo
retroceder.
Era ese niño
sin duda
tan inquieto
al parecer
a sus cortos
cuatro años
ya sufría su
revés
con angustia
lo miraba
ya no había
vida en él
la multitud se
agolpaba
¡misericordia
para él!
Al transcurrir
los minutos
dos ángeles
pude ver
implorando al
Padre Eterno
¡devolved la
vida a él!
de repente se
escuchó
un respiro
gutural
y su vida en
un suspiro
pudo volver a
empezar.
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