Tatuaje de sueño porteño.-
Esta tarde
húmeda ahoga…
Mi cuerpo se
lamenta con la largura del día
El solsticio
de verano dejó caer la lluvia de dos pequeños pozos tristes que cerrados
concentran mis sentidos en tu búsqueda desesperada.
Mi actitud de
soñante se impone como la negación de la naturaleza mojada y clara, rebosante
de una alegría renaciente de 4.500.000.000 de años de optimismo.
Mi búsqueda
es un fantasmagórico y entorpecido transitar por sitios de familiar
inexistencia
Avanzan
lentos los vientos voladores que se chocan todos contra todos… y como
conductor de paraguas ventolares soy errado, avanzo poco y hacia el suelo,
situándome cada vez más cerca de no encontrarte.
Lo más
familiar de esta búsqueda me abruma ¿Cómo podré encontrarte en este enjambre?...
soy picado incesantemente por las incoherentes multitudes oníricas que te
levantan como recuerdo…
pero te
sepultan como presencia.
Pero ni en lo
familiar ni en lo irreconocible se detienen mis pies de moverse en pos de
nuestras ruinas…. Siguen y siguen con la idiotez de los tontos de capirote en
procesión de fracaso.
Los caminos
de la procesión son la oceanía caótica y salada de los cerros coloridos,
chascones y melancólicos del Viejo Pancho.
Recorro los
rincones que reconozco, que nada son de parecidos a sí mismos, pero los
reconozco no por la forma densa y borrosa de su pesadilla, sino por que de esa
farsa imaginada nace una oscura nostalgia que es la única huella nuestra en ese
espejismo que reconozco como desconocido, y en el que quisiera quedarme hasta
verte cruzar la calle un día cualquiera, bendito de entre los eones más
incontables.
Corro, salto,
calculo… vuelo el paraguas o correteo los buses, pero siempre los ojos abiertos
me hacen perder el camino. Valparaíso de pesadilla se desvanece en la
claridad de una tarde perdida entre renacuajos… y sus átomos tan reales son
brutales cárceles construidas con el tiempo corriendo pa’ delante y la
espacialidad extendida en toda su largura separante, que son dos grandes
puentes cortados entre tú y yo.
… hay un
tatuaje tuyo en cada una de mis neuronas…
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